Para alquilar balcón, así está la disputa por la alcaldía de Riohacha. Las campañas se mueven a toda máquina, se desnudan alianzas, se cobran favores y en esta dinámica se presencian todo tipo de movidas tendientes a asegurar la mayor cantidad de favores posibles.

Pero causa extrañeza la forma en que se ha mostrado la campaña de José Duran, una campaña que pregona ser la abanderada del cambio, pero con las mismas mañas de siempre: que gasta dinero a manos llenas que seguramente los paganos serán los Riohacheros, una campaña afánada por realizar la mayor cantidad de amarres posibles y asegurar los votos, el único propósito.

Se ponen la bandera del cambio, pero detrás de este proyecto político encontramos a personajes que lo único que saben hacer es vivir de la teta del estado. Ante la posibilidad de ver interrumpida la lactancia, están haciendo lo que toque para evitarlo. Ejemplo de ello es el eterno candidato José Medina, quien aspira a pagar sus millonarias deudas a expensas de los contratos que espera manejar si Duran llega al primer cargo del municipio.

Otro entrañable de la política clientelista y vividor acérrimo de los recursos del estado, y quien engorda el apetito burocrático de esta campaña, es el polémico ex alcalde Rafael Ceballos. Su principal virtud es ser un verdadero especialista en sortear investigaciones y procesos de todo tipo en los entes de control, otro baluarte y pregonero del cambio en Riohacha. Lo que nunca se ha sabido es cuál es el cambio que predica ¿Será el cambio en el tamaño de su chequera?

Pero la máxima del cambio en esta campaña es nada más y nada menos que el ilustre padre del candidato, el ex congresista Antenor Duran. Honorable y distinguido político célebremente reconocido por su intranscendencia legislativa en el Congreso de la República y por su nula gestión para el departamento de la Guajira, donde poco o nada hizo mas bien es uno de los mayores responsables de los problemas que hoy se vive.

Estos pregoneros del Cambio en la Campaña de José Duran son burla y descaro al máximo nivel. Son los causantes de los mayores desastres administrativos que enfrentan los Riohacheros, son los mas grandes sicarios de las esperanzas y los sueños de miles de familias guajiras. y de manera insistente han querido retomar el poder juntándose con los mismos con los mismos. Dicen ser el cambio, pero representan todo menos algo bueno para el futuro de Riohacha.

Llegó el momento de castigar en las urnas a estos personajes que hoy, en cuerpo ajeno, quieren manejar los destinos de la ciudad, comprando incautos y de manera descarada prometiendo arreglar lo que ellos mismos durante años promovieron y participaron, clientelismo, corrupción y saqueos a manos llenas. Porque si hay responsables de los problemas que hoy enfrenta Riohacha, son José Duran y la manada de buitres que hoy rodean y se pavonean gritando a los cuatro vientos que son el cambio.

Les van a salir boqueras, dirán…

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