Pan y circo, esa parece ser la estrategia de Gustavo Aroca para llegar a su electorado y persuadirlos a satisfacer sus pretensiones, pero lo que sí hemos visto es su capacidad para magnificar algunas cosas que no tienen nada de extraordinarias y llenarlas de simbolismo para así darle rienda suelta a su retórica.

Según nuestras fuentes, bastante molesto anda el candidato anda inquieto por nuestras investigación. ¡Pobre mamá mía, lo que le tocó! Menos mal que ella está lejos. Sin duda fue algo que incomodó enormemente no solo a Gustavo, sino a toda la campaña.

Su actitud de jeque árabe hace que le cueste compenetrar con la gente. Cada movimiento de Aroca demanda una enorme cantidad de recursos. La gente no le sigue con labia, si no hay plata, nada. Y es algo que es conocido. Así que aunque le toque rascarse la cabeza, le ha tocado jugar ese juego. Aunque se muestre cercano, es muy difícil, simplemente porque no es su naturaleza y quizás ese es su principal error.

Hace poco se dio a conocer a la opinión pública la nueva alianza de Aroca, que es más de lo mismo, pero lo presentaron como un acontecimiento monumental. Seguimos muy detalladamente el juego del nuevo aliado que, por cierto, es pariente cercano de los Aroca: Abdul Dagil, quien en su afán de mostrar poder electoral, trajo a Oscar Gamarra para llenar la plaza pero terminó en malos términos con el artista.

Según nuestra fuente, la molestia se generó porque el artista se negaba a nombrarlo y el inexperto candidato pretendía que en vez de cantar, este se dedicara a darle vivas a su nombre. Algo ridículo, pero ocurrió al punto que en el mundo vallenato ahora estos conciertos tienen un número de saludos establecidos por un monto definido contractualmente.

El culto a la personalidad es endémico en Chiriguana y se encuentra en toda su dirigencia. En ese mismo sentido, cuando el pueblo conoció la famosa alianza, la sorpresa fue nula, porque era algo que se sabía, ya que era lo mismo. Pero la película la querían vender como el hecho político de Chiriguana, solo que los únicos que creyeron ese show fueron ellos.

La política se debe hacer en base a realidades, ofreciendo soluciones pertinentes a los problemas de la gente. No queriendo imponer historias macondianas para que el pueblo crea que es un proyecto ganador. ¿Una alianza entre primos? Mas bien fue un reconcilio político porque lo que pasaba en realidad no era más que una división familiar.  Asi que de magnifico y extraordinario poco. 

Lo cierto es que ya en Chiriguana la gente no traga entero, ya sabe quién es el candidato del alcalde y ya sabe quién es Aroca. Mírese por donde se mire, es lo mismo de siempre, nada diferente. Lo cierto es que aquí no ganará el que tenga mejores propuestas, sino el que logre hacer los mejores amarres y alianzas.

Los Chiriguaneros, independientemente, guardan la esperanza de ver una realidad distinta en el municipio. Hay mucho por hacer y lo único que esperan es un líder que realmente sienta el deseo de solucionar los problemas de estas comunidades condenadas al abandono y al olvido.

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